¿Qué es ser vigilante de seguridad privada?
Ser Vigilante de Seguridad es asumir la responsabilidad de proteger a las personas, propiedades y activos. Es más que un trabajo: es una vocación que implica un compromiso con la seguridad y el bienestar de la comunidad. Un vigilante de seguridad es un profesional capacitado y autorizado para realizar labores de vigilancia, prevención y protección en una amplia gama de entornos, desde edificios comerciales hasta eventos públicos.
Este rol implica una serie de responsabilidades, entre las que se incluyen:
Vigilancia y Patrullaje: Monitorizar y recorrer áreas designadas para detectar cualquier actividad sospechosa o situación de riesgo.
Control de Accesos: Verificar la identidad de las personas que intentan acceder a determinadas áreas, garantizando la seguridad de las instalaciones.
Respuesta ante Emergencias: Actuar de manera rápida y efectiva en situaciones de emergencia, como incendios, robos o incidentes médicos, para minimizar el riesgo y proteger a las personas y propiedades.
Aplicación de Normativas: Cumplir con las leyes y regulaciones pertinentes en materia de seguridad, tanto a nivel local como nacional.
Comunicación Efectiva: Mantener una comunicación clara y precisa con otros miembros del equipo de seguridad, así como con autoridades pertinentes, para coordinar acciones y responder adecuadamente a situaciones de riesgo.
En resumen, ser Vigilante de Seguridad implica estar preparado para actuar con profesionalismo, integridad y diligencia en todo momento, contribuyendo así a mantener un entorno seguro y protegido para todos.
Especialización y funciones en la vigilancia de seguridad
La especialización en el ámbito de la seguridad es un aspecto importante para la protección de las personas y los bienes, tanto en espacios privados como públicos. Los vigilantes de seguridad, como profesionales de carácter privado que velan por el bienestar común, desempeñan un papel fundamental en la prevención de actos delictivos o infracciones administrativas en relación con su ámbito de trabajo. Para ello, deben seguir un riguroso proceso de formación y cumplimiento de las normativas establecidas en el reglamento de seguridad privada.
Proceso de formación y habilitación
El aspirante a vigilante de seguridad debe superar una serie de pruebas que evalúan tanto sus capacidades físicas como su conocimiento en diversas especialidades. Estas pruebas están diseñadas para asegurar que el participante posea las habilidades necesarias para llevar a cabo sus obligaciones con eficacia y profesionalismo. Una vez aprobadas, el aspirante debe realizar un registro oficial y obtener una placa que lo identifique como guardia de seguridad habilitado, lo cual le permite ejercer su empleo bajo la supervisión de un jefe de seguridad.
Colaboración con las fuerzas de seguridad pública
Una de las funciones clave de los vigilantes de seguridad es la colaboración estrecha con la policía y otras fuerzas de seguridad para mantener el orden y la seguridad pública. Esta cooperación se manifiesta en la capacidad de detectar, impedir y, si es necesario, detener y poner a disposición policial a delincuentes y sus instrumentos, asegurando así la protección de las personas que puedan encontrarse en los mismos locales.
Deberes y responsabilidades
Dentro de sus responsabilidades, los vigilantes de seguridad llevan a cabo el registro y control de acceso en los establecimientos, previniendo la entrada de material explosivo o cualquier otro elemento que pueda poner en riesgo la seguridad del lugar. Además, tienen que estar preparados para actuar ante cualquier incidencia, manteniendo la calma y tomando las medidas adecuadas para resolver la situación, trabajando en equipo con otros profesionales de seguridad y, cuando la situación lo requiera, con las fuerzas del orden.
Además, están igualmente habilitados para establecer medidas de seguridad que puedan impedir actos delictivos o infracciones administrativas dentro del ámbito de su delegación, así como denunciar aquellos cometidos en su presencia. Su uniforme y placa son símbolos de autoridad y responsabilidad, diseñados para ser reconocidos fácilmente por los delincuentes, disuadiendo potenciales amenazas.
Preparación y continua formación
Para adaptarse a las necesidades específicas de cada empresa o establecimiento, estos profesionales pueden optar por especializarse en diferentes áreas, tales como la guardia en entornos comerciales, industriales o de ocio. Esta preparación, junto con un aprendizaje continuo, les permite estar siempre al día en las últimas técnicas y herramientas disponibles para la prevención de delitos y la gestión de emergencias.
Por otro lado, la seguridad de caracter privado, en ayuda con la seguridad pública proporcionada el Estado, juega un papel indispensable en la creación de entornos seguros para todos. La profesionalización de los vigilantes de seguridad son esenciales para cumplir con este objetivo, garantizando así un servicio de calidad y la confianza de la gente a a la que sirven.
Requisitos necesarios para ser Vigilante de Seguridad en España
Ser mayor de edad
Tener la nacionalidad de alguno de los Estados miembros de la Unión Europea o de un Estado parte en el Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo, o bien que le sea aplicable lo dispuesto en la legislación sobre régimen comunitario conforme al Real Decreto 240/2007,de 16 de febrero, sobre entrada, libre circulación y residencia en España de ciudadanos delos Estados miembros de la Unión Europea y de otros Estados parte en el Acuerdo sobre el Espacio Económico Europeo, o ser nacional de un tercer Estado que tenga suscrito con España un convenio internacional en el que cada parte reconozca el acceso al ejercicio de estas actividades a los nacionales de la otra.
Estar en posesión o en condiciones de obtener el título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria, de Técnico, u otros equivalentes a efectos profesionales, o superiores.
Poseer la aptitud psicofísica a tenor de lo dispuesto al efecto en el Real Decreto 2487/1998,de 20 de noviembre por el que se regula la acreditación de la aptitud psicofísica necesaria para tener y usar armas y para prestar servicios de Seguridad Privada, excepto para el personal en activo que ejerza funciones de seguridad pública o privada.
Carecer de antecedentes penales por delitos dolosos.
No haber sido condenado/a por intromisión ilegítima en el ámbito de protección del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar o a la propia imagen, vulneración del secreto a las comunicaciones o de otros derechos fundamentales en los cinco años anteriores a la solicitud.
No haber sido sancionado/a en los dos o cuatro años anteriores, respectivamente, por infracción grave o muy grave en materia de seguridad.
No haber sido separado/a del servicio en las Fuerzas Armadas o en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad españolas o del país de su nacionalidad o procedencia en los dos años anteriores.
Poseer diploma o certificación acreditativa de haber superado el curso o cursos correspondientes en los centros de formación de Seguridad Privada.